El rápido tratamiento de un sarcoma permite a un padre soltero volver a la crianza de su hijo
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Cuando Curtiss Woodruff, III, fue diagnosticado con una forma agresiva de sarcoma hace dos años, pensó inmediatamente en su hijo de 12 años, Matthew, un estudiante de A en el cuadro de honor que empezará el séptimo grado el mes que viene.
“Pensé inmediatamente en lo que le pasaría a Matthew si me ocurriera algo a mí”, dice el Sr. Woodruff, contratista naval de 54 años y padre soltero que lleva casi 50 años viviendo en el condado de Martin. Temiéndose lo peor, empezó a escribir un diario a su hijo.
Juan Pretell, M.D., cirujano ortopédico oncólogo y jefe de cirugía oncológica musculoesquelética de Baptist Health Miami Cancer Institute
Eso fue en 2022. Hoy, gracias al cirujano ortopédico oncólogo, Juan Pretell, M.D., jefe de cirugía oncológica musculoesquelética de Baptist Health Miami Cancer Institute, el Sr. Woodruff está libre de cáncer, su diario está en suspenso, y ambos, padre e hijo, están planeando su aventura anual de verano para celebrar los continuos logros académicos de Matthew.
Un bulto en el brazo resulta ser algo más
El Sr. Woodruff recuerda cómo empezó todo en abril de 2022. Estaba haciendo algunos trabajos en una casa que había comprado con la intención de arreglarla y venderla con ganancias un par de años después. “Me lastimé el codo izquierdo – algo me tiró por dentro – y me dolió durante un mes aproximadamente”, recuerda. “Entonces, de repente, apareció un pequeño bulto del tamaño de una peseta. Mis amigos y yo decidimos que debía de ser un desgarro en el bíceps por el dolor que sentía en el codo, así que decidí írmelo a chequear”.
El ortopeda que lo atendió o tenía ni idea de qué era el bulto y le refirió a Nicola Lekic, M.D., un cirujano ortopédico en la cuidad de Stuart. “En ese momento, la masa había crecido hasta alcanzar el tamaño de una pelota de raqueta”, recuerda el Sr. Woodruff. “En cuanto el Dr. Lekic la vio, supo más o menos lo que era”. El médico lo refirió al Dr. Pretell, con quien se había entrenado años antes.
“El Sr. Woodruff me fue remitido en diciembre de 2022”, recuerda el Dr. Pretell. “Tenía una masa de tejido blando en el músculo bíceps del brazo izquierdo y estaba creciendo en el tejido bajo la piel. Había aparecido varios meses antes sin causa ni trauma conocido. Aunque en ese momento no afectaba a su calidad de vida ni a su trabajo, estaba creciendo y empezaba a causarle cierto dolor”. Pruebas posteriores revelaron que el bulto del brazo del Sr. Woodruff era un mixofibrosarcoma agresivo de grado 3.
¿Qué es un mixofibrosarcoma?
Según el National Cancer Institute (NCI), los mixofibrosarcomas son un tipo raro de sarcoma de tejidos blandos que se forma en el tejido conjuntivo fibroso que sostiene y rodea los órganos, huesos y músculos del cuerpo. Según el NCI, los mixofibrosarcomas suelen encontrarse en la piel de brazos y piernas o justo debajo de ella. Aunque pueden aparecer en niños, son más frecuentes en adultos a partir de los 50 años.
Debido a que los mixofibrosarcomas también tienden a reaparecer, los pacientes con este tipo de cáncer deben someterse a un estrecho seguimiento durante los cinco primeros años después del tratamiento.
Un plan de tratamiento agresivo para el mixofibrosarcoma
Nicole Eiseler, M.D., oncóloga médica de Baptist Health Miami Cancer Institute
Ana Botero, M.D., oncóloga radioterapeuta de Baptist Health Miami Cancer Institute
En consulta con otros especialistas del Miami Cancer Institute – la oncóloga médica Nicole Eiseler, M.D. y la oncóloga radioterapeuta Ana Botero, M.D. – el Dr. Pretell recomendó al Sr. Woodruff un plan de tratamiento agresivo que incluía quimioterapia, radioterapia y cirugía.
“Debido a que estos cánceres tienden a ser agresivos y pueden extenderse a los tejidos circundantes, requieren un tratamiento neoadyuvante antes de la cirugía, comenzando con quimioterapia y seguido de radioterapia. Luego esperamos de cuatro a seis semanas para realizar la cirugía”, explica el Dr. Pretell.
El Sr. Woodruff estaba totalmente de acuerdo con las recomendaciones de tratamiento del Dr. Pretell. “Me explicó que teníamos que ser agresivos porque el mío era un cáncer de alto grado y los sarcomas ya son bastante peligrosos de por sí”, dice.
El Sr. Woodruff empezó la quimioterapia apenas seis semanas después del diagnóstico. “No fue muy amable con mi cuerpo, pero todas los profesionales de enfermería fueron maravillosos. Después del segundo ciclo, sin embargo, me dijeron que la quimioterapia no estaba funcionando, así que suspendieron inmediatamente mi tratamiento”.
En su lugar, el Sr. Woodruff empezó 25 tratamientos de radioterapia, que según él fueron “completamente indoloros”. “No pensé que estuviera funcionando, ya que no hubo efectos visibles durante mi tratamiento”, dice. “Pero dos semanas después de mi último tratamiento y justo antes de mi primera operación, noté que el bulto se estaba reduciendo un poco y se estaba poniendo bastante “tostado”. Parecía una quemadura de tercer grado”.
Extirpación quirúrgica del mixofibrosarcoma
El Dr. Pretell había preparado a su paciente ante la posibilidad de varias cirugías para extirparle completamente el tumor y reconstruirle la parte dañada del brazo. Sin embargo, debido al encogimiento del tumor inducido por la radiación, sólo necesitó dos cirugías. La primera cirugía fue difícil pero exitosa, dice.
“Tuvimos que removerle la piel que cubría el tumor y profundizar en el músculo para llegar a los márgenes negativos”, explica el Dr. Pretell. Se habla de márgenes negativos cuando los médicos extirpan quirúrgicamente un tumor. Su objetivo es extirpar todo el tumor y un pequeño “margen” adicional, o tejido sano circundante, para asegurarse de que no queden células cancerosas. La segunda operación consistió en un injerto de piel del muslo al bíceps del Sr. Woodruff, que también fue un “éxito total”.
El Dr. Pretell dice que un año después de la operación, el Sr. Woodruff no tiene cáncer. “No ha tenido recurrencia local ni enfermedad distante y le va bastante bien. Su función en el brazo izquierdo fue preservada, tiene una rango de movimiento completo y ninguna limitación en su trabajo o en su vida diaria”.
Aparte de un efecto secundario menor que persistió durante unos meses después de la operación, el Sr. Woodruff dice que su recuperación ha ido bien. “Vuelvo a estar bastante saludable. Tuve un problema de presión en el cuello y la cabeza que me hacía sentir como si estuviera bajo el agua. Cuanto peor se ponía, más sumergido me sentía”. Como consecuencia, hace sólo unos meses que volvió al trabajo, donde dice que está recuperando el tiempo perdido trabajando 68 horas semanales en un proyecto de construcción de un canal.
Qué buscar si se sospecha un sarcoma
El Dr. Pretell afirma que el sarcoma es un cáncer agresivo con una tasa de mortalidad “muy alta” y añade que también es una enfermedad engañosa. “No da la sensación de sentirse enfermo. Los sarcomas de tejidos blandos suelen aparecer como un bulto no doloroso, dice; hasta en un 60 por ciento los pacientes los asocian con antecedentes de algún tipo de trauma en la zona.
Según el Dr. Pretell, los síntomas más comunes del sarcoma incluyen:
· Un “bulto” indoloro que aparece sin motivo aparente
· Cualquier bulto o masa que crece
El Dr. Pretell afirma que incluso otras especialidades médicas desconocen los sarcomas, algo que el Sr. Woodruff descubrió cuando incluso un experimentado ortopédico se quedó perplejo ante el bulto de su brazo. “Por eso tienen que buscar atención en un centro como Miami Cancer Institute, especializado en el tratamiento de sarcomas”, dice.
“No hubiera ido a ningún otro lugar”
El Sr. Woodruff dice que su hermana estuvo a su lado en Miami Cancer Institute durante todas sus visitas iniciales y que ambos quedaron “muy impresionados” por el profesionalismo de los médicos, los profesionales de enfermería y el personal, así como por la rapidez con la que avanzaron las cosas.
“Estoy muy agradecido a Miami Cancer Institute y a Baptist Health, a mis médicos y a su increíble personal”, dice el Sr. Woodruff. “Incluso los operadores telefónicos son increíbles: están muy bien informados y transmitieron todas mis preguntas o deseos en cada llamada. Aunque tuve que conducir dos horas en cada dirección para mis tratamientos, no habría ido a ningún otro lugar”.
El Dr. Pretell llama al Sr. Woodruff “el tipo de paciente que todo médico quiere tener”. “Estaba dispuesto a ir a donde fuera para recibir tratamiento. Era optimista y tenía una actitud positiva, y eso es muy importante para cualquiera que esté luchando contra un diagnóstico de cáncer”.
El Sr. Woodruff dice que nunca podrá agradecer lo suficiente al Dr. Pretell por salvarle la vida. “Gracias a sus conocimientos y a su rapidez de reacción, tomó inmediatamente las medidas adecuadas en cuanto supo con certeza que era algo serio. Sólo puedo imaginarme si hubiera acudido a otra persona que no tuviera tanta experiencia como él. Estoy seguro de que habría tenido un resultado distinto. Gracias a Miami Cancer Institute, sigo aquí para criar a mi hijo y verle crecer y hacer deporte”.